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Introducción

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La civilización griega se desarrolló en las costas europeas y asiáticas del Mar Egeo gracias al contacto de las culturas locales con las grandes civilizaciones de Egipto y Próximo Oriente. Ese contacto permitió el “milagro griego”, que se produjo cuando las sociedades tribales griegas adquirieron los conocimientos surgidos al servicio de los grandes palacios reales de Próximo Oriente (escritura, arquitectura, escultura, moneda, etc.) y los adaptaron a sus propias necesidades colectivas.

Eje cronológico de la Grecia antigua
Eje cronológico de la Grecia antigua
Imagen de elaboración propia

El arte griego se vincula con un modelo de organización política y social muy particular: la ciudad-estado (polis en griego). Una ciudad-estado es una comunidad independiente de ciudadanos que domina un territorio fijo de tamaño reducido, que suele tener como centro un núcleo urbano. La ciudadanía es un estatus jurídico que otorga una serie de garantías jurídicas y derechos políticos. Estos derechos políticos pueden variar mucho según el sistema político de cada polis. Los más corrientes eran la democracia, en la que todos los ciudadanos comparten el poder, y la aristocracia u oligarquía, donde solo los ciudadanos más ricos o poderosos participan del poder. Hay que tener en cuenta que muchos habitantes de la ciudad-estado no eran ciudadanos, sino esclavos o residentes extranjeros. Además, las mujeres no participaban de la política.

Mapa de la Grecia antigua
La antigua Grecia
Imagen en Wikimedia Commons de Marsyas y SaxumLeft. Licencia CC.

Los griegos comenzaron a organizarse en ciudades-estado durante la época arcaica (siglos VIII-VI a.C.). Las ciudades-estado arcaicas protagonizaron un fuerte crecimiento económico y un impresionante movimiento de colonización, que llenó las costas de todo el Mediterráneo y el Mar Negro de polis griegas.

 
La colonización griega
Imagen de elaboración propia a partir de información geográfica de Ancient World Mapping Center (licencia ODbL) y Pleiades (licencia CC).
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Guerras Médicas
Imagen de elaboración propia a partir de información geográfica de Ancient World Mapping Center (licencia ODbL) y Pleiades (licencia CC).
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La civilización de las ciudades-estado alcanzó su máximo esplendor durante la época clásica (siglos V-IV a.C.), después de que los griegos lograran rechazar durante las Guerras Médicas (490-478 a.C.) un intento de invasión por parte del vecino Imperio Persa. Las manifestaciones culturales de este período, con Atenas como gran centro artístico, serán vistas como modelo ideal en el futuro. Clásico significa precisamente eso: módelico. Sin embargo la permanente tensión entre las belicosas ciudades-estado acabó provocando la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), que enfrentó a las dos mayores potencias griegas, Atenas y Esparta, y a sus respectivos aliados, dejando al mundo griego debilitado y dividido. Esa debilidad fue aprovechada por su vecino del norte, el rey Filipo de Macedonia, que sometió a Grecia a su hegemonía (o sea, a su control político). Su hijo, Alejandro Magno, fortaleció el dominio macedonio sobre Grecia. Concluía así el período clásico y comenzaba el período helenístico.

La polis griega tuvo dos importantes efectos sobre el arte griego.

1) Estableció una cultura muy competitiva, competitividad que se manifestaba en el debate político, en la guerra entre ciudades y en la importancia que alcanzaron entre sus ceremonias religiosas los certámenes artísticos (coros, música, tragedias...) y las competiciones atléticas (olimpíadas...). Por eso fue en Grecia donde nació el humanismo, es decir, el interés por el ser humano y por los valores y actitudes que le permiten hacerse mejor. El humanismo griego permitió el nacimiento de las principales disciplinas humanísticas, como la política, la retórica, la filología o la historia. El arte griego, como el resto de la cultura griega, se centró en el estudio y la representación del ser humano, tratando de plasmar el ideal al que debía acercarse.

Leyes de Gortina
Inscripción en piedra con las leyes de la ciudad de Gortina (Creta) (V a.C.)
Imagen en Wikimedia Commons de A.S. Buchholz. Licencia CC.

2) En las ciudades griegas las decisiones políticas se discutían en público, existía una escritura fácil de manejar y no existía una religión basada en de dogmas cerrados, sino que los mitos y ritos variaban de una ciudad a otra. Por tanto era mucho más fácil que en Grecia cada individuo planteara sus propias ideas sobre los dioses, sobre la naturaleza o sobre la política, que las discutiera con otros o que las reflejara por escrito. Por eso la filosofía y la ciencia nacieron en Grecia. El efecto que esto tuvo en el arte fue que los artistas se sintieron más libres para superar los convencionalismos e innovar, aportando sus propias ideas o estilos. Además, el modelo que los inspiraba no era algún tipo de orden cósmico trascendente, sino la propia naturaleza. Querían representar la belleza que hay en la naturaleza, muy en particular el ideal de belleza de los seres humanos.

El arte griego puede considerarse el origen de la tradición artística occidental. Sus principales aportaciones son las siguientes:

  • Introduce el humanismo en el arte.
  • Desarrolla la concepción del artista como individuo creativo, que no se limita a obedecer unas convenciones artísticas previas.
  • Establece un ideal estético basado en la naturaleza, el orden, la armonía y la proporción.
  • Impone unos modelos formales que serán considerados modélicos (=clásicos) por civilizaciones posteriores. Su influencia es determinante sobre todo en el arte romano (III a.C-V d.C.), el Renacimiento (XV-XVI) y el Neoclasicismo (XVIII-XIX)

Para profundizar

Sobre este tema puedes ampliar información en el siguiente enlace:

www.historiadelarte.us.es