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Tímpano de la portada de Santa Fe de Conques (Francia) Imagen de Titanet en Wikimedia Commons. Licencia CC

En el tímpano de la portada de Santa Fe de Conques (Francia) podemos ver uno de los temas favoritos del arte románico: el Juicio Final. De hecho, este va a comenzar de inmediato y todo está colocado como una gran escena teatral. Vamos a intentar no perdernos entre la multitud. ¿Qué podemos ver?

• En los ángulos superiores dos ángeles tocan las trompetas que anuncian el Juicio Final.
• Arriba en el centro dos ángeles cargan la cruz de Cristo, así como la punta de la lanza que lo atravesó y uno de los clavos con los que lo colgaron.
• En el centro aparece Cristo en majestad, sentado en un trono y rodeado de una mandorla.
• Justo debajo de Cristo un ángel y un demonio pesan las obras buenas y las malas de un alma en una balanza. Las buenas obras pesan más, aunque el demonio haga trampas.
• Más abajo, aquellos cuyas almas deben ser purificadas son arrojados por un demonio al infierno, mientras que los elegidos son conducidos por un ángel hacia el lugar donde aguardarán el Paraíso.
• A la derecha de Cristo (el lado bueno) aparecen los elegidos que aguardan para ir al Paraíso.
  • A media altura avanza el cortejo de los elegidos, encabezado por la Virgen y San Pedro, y en el que también podemos reconocer a Carlomagno por el símbolo de poder imperial: la cruz y el orbe.
  • Debajo aparece una gran construcción con arcos. Es el limbo de los patriarcas, donde aguardan los justos que murieron antes de Cristo. En su centro está Abraham.
  • Sobre el alero izquierdo del tejado de esa construcción aparece la Santa Fe inclinada ante la mano de Dios, y tras ella, entre arcos, las cadenas de los hombres cuyas almas ha liberado.
• A la izquierda de Cristo (el lado siniestro) aparecen los condenados que purgan sus pecados o aguardan el Infierno.
  • A media altura las almas de los injustos sufren las penas del purgatorio.
  • Debajo aparece representado el infierno, donde los condenados reciben la tortura correspondiente a sus pecados: el soberbio es derribado de su caballo; la mujer lujuriosa es atada por el cuello a su amante; el avaro es ahorcado por su propia bolsa de dinero; al envidioso se le arranca la lengua; las llamas torturan los cuerpos... En el centro del infierno aparece Satanás.
• Casi escondidos en las arquivoltas, varios ángeles enrollan el gran manuscrito del firmamento para permitirnos contemplar la revelación.