En conclusión, se debe reconocer al sistema canovista la capacidad de dar a España una estabilidad política que no había logrado en décadas. Pero a cambio España quedó aislada internacionalmente, atrasada desde el punto de vista político y sometida a un régimen fraudulento, dominado por el tráfico de influencias, el "enchufismo" y la corrupción. La "España real" del atraso rural y el caciquismo era muy distinta de la "España oficial" del sufragio universal y la monarquía constitucional. A medida que fueron penetrando en las ciudades españolas los nuevos movimientos económicos, sociales, políticos y culturales que iban triunfando en Europa, se fue agrandando la brecha entre la "España real" y la "oficial". Se estaban poniendo las semillas de la crisis de la Restauración, que estallaría bruscamente como respuesta al desastre del 1898.
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| El cuadro "Después de una huelga" de José Uría, ilustra el conflicto social que, entre otros problemas, iba poniendo en evidencia a finales del XIX la distancia entre la España oficial y la España real. Imagen de Museo Nacional del Prado. Autorización de uso educativo. |
