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| "El espejo de la conciencia". Sagasta y sus colaboradores se miran al espejo y su reflejo es el de Cánovas y sus colaboradores. De esa forma El Motín, revista satírica de orientación republicana, pretendía hacer ver que conservadores y liberales eran en el fondo la misma cosa. (El Motín, 29/1/1882) Imagen en Biblioteca Nacional de España. Hemeroteca Digital. Licencia CC. |
El sistema canovista reposó en un mapa político muy estable. Lo dominaban los dos principales partidos, el Partido Liberal-Conservador de Cánovas, situado en la derecha liberal, y el Partido Liberal de Sagasta, situado en el centro-izquierda liberal. Fueron llamados los partidos dinásticos, porque controlaron en exclusiva los gobiernos de la monarquía. Pese a sus divergencias ideológicas, sus decisiones políticas eran en realidad más parecidas de lo que aparentaban sus programas. Desde el punto de vista social, representaban a las clases acomodadas, aunque el Partido Conservador tenía más seguidores entre la aristocracia y la alta burguesía rural y el Partido Progresista entre la alta burguesía industrial y la baja burguesía.
Junto a los partidos dinásticos existían otras formaciones minoritarias de ideología muy similar, formadas en realidad en torno a la personalidad de un político. También hubo siempre candidatos independientes. A menudo los mismos políticos aparecen en unas elecciones asociados a una u otra candidatura según evolucionaban sus relaciones personales con los líderes de los grandes partidos. En realidad, estos partidos no eran más que camarillas que rodeaban a algunos líderes o notables, que podían llevarse a todos sus seguidores si temporalmente rompían con alguno de los partidos. Por eso a menudo no es fácil contar exactamente qué escaños obtenía cada uno de los partidos mayoritarios.
Más estables eran algunas formaciones minoritarias de derechas que colaboraron con el sistema. Una de ellas era la Unión Católica. Ésta representaba a una ideología política en alza, el catolicismo político, que aspiraba a incorporar en la vida política los principios católicos propagados por el Vaticano. Era un movimiento muy conservador en lo político, pero tenía una mayor preocupación social que el conservadurismo liberal.




