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3. Usos y aprovechamientos del espacio rural

En la actualidad (datos de 2011), en torno al 34 % de la superficie española está ocupada por tierras de cultivo, el 37 % por superficie forestal, cerca del 13 % por prados y pastizales y casi un 7 % por erial (terreno inculto y pobre). El resto lo ocupan otras superficies geográficas de uso no agrario. Bajo estos valores medios se oculta una gran variedad regional en los usos y aprovechamientos del suelo.

Los espacios forestales se concentran fundamentalmente en las áreas de montaña, ya que tienen suelos generalmente más pobres, sus pendientes las hacen más difíciles de explotar y sus climas se caracterizan por temperaturas más bajas y menor insolación. En los últimos años la superficie forestal ha aumentado, como resultado del aumento de la productividad agraria, del estancamiento del sector agrario y de las políticas medioambientales. En cuanto a la explotación forestal, destacan dos grandes centros: la España atlántica, en particular Galicia, y la España silícea, en especial Huelva.

Superficie arbolada con respecto a la superficie total
Imagen de elaboración propia

Los prados y pastizales ocupan sobre todo las zonas de media montaña y las grandes penillanuras silíceas del oeste peninsular. También son frecuentes en las zonas donde la lluvia o la humedad del suelo es demasiado abundante con respecto al óptimo agrícola.

En los últimos años ha aumentado el peso relativo de la producción ganadera, reflejo del cambio en los hábitos alimenticios. En general, las zonas en las que la ganadería tiene más peso frente a la agricultura son aquellas en las que hay más espacios forestales, prados y pastizales. También se da una importante ganadería intensiva en torno a grandes centros de consumo urbanos, como Madrid o Barcelona.

Dentro del sector ganadero el ganado porcino es el más numeroso. Se cría en explotaciones extensivas de razas autóctonas de calidad (cerdo ibérico) en las dehesas de la España silícea (Huelva, Extremadura, Salamanca... ), o bien en explotaciones intensivas e industriales de razas extranjeras (cerdo blanco), muy abundantes en Cataluña. El ganado ovino, el segundo en número de cabezas, se localiza en los terrenos de secano del interior peninsular. Sigue en número el ganado bovino, que se concentra especialmente en la España atlántica, las penillanuras silíceas del oeste y algunos sistemas montañosos como Sierra Morena, donde se explota de forma extensiva o mixta. En los alrededores de las ciudades también suele desarrollarse una importante producción lechera en régimen intensivo. El ganado caprino es mucho menos abundante y se vincula a zonas de pasto pobres y secas, especialmente en el centro y sur de España. También hay que citar la ganadería equina, la ganadería intensiva e industrial de aves y conejos y la apicultura.

Las tierras de cultivo predominan en los suelos con menor pendiente y mayor calidad, especialmente donde el clima es favorable a la agricultura. Eso sitúa la zona de predominio agrícola sobre todo en las grandes cuencas sedimentarias fluviales y costeras de la España mediterránea.

% superficie de cultivo
Imagen de elaboración propia

Entre los cultivos destaca, en primer lugar, la llamada tríada o trilogía mediterránea: cereal, olivo y vid. El cereal (trigo, cebada, maíz, avena, arroz...) es el que mayor superficie ocupa. Se extiende sobre todo por las tierras llanas del interior peninsular. Es un cultivo extensivo, en general de secano, salvo en el caso del arroz y el maíz.

% superficie de cereal
Imagen de elaboración propia

El olivar está presente especialmente en la mitad sudoriental de la Península, en zonas cálidas y no muy expuestas a las borrascas atlánticas. El olivar tradicional es un cultivo extensivo y de secano. No obstante, en los últimos años el cultivo se ha hecho algo más intensivo y se ha extendido el regadío.

% superficie de olivar
Imagen de elaboración propia

El viñedo, el menos extendido de los tres, es un cultivo intensivo. En general, se trata de un cultivo de secano, especialmente en el caso del viñedo de calidad, pero en torno a una tercera parte se explota en régimen de regadío. Su presencia es mucho más variable a lo largo de la geografía española, al depender más de los suelos y las estrategias empresariales que del clima.

% superficie de viñedo
Imagen de elaboración propia

La producción hortofrutícola (frutas, hortalizas, tubérculos...) tiene un papel especialmente destacado en la Iberia mediterránea, dada la confluencia de buenos suelos, elevadas temperaturas y alta insolación. El sector hortofrutícola es el ejemplo más característico de agricultura intensiva, con un empleo abundante de capital y trabajo por unidad de superficie. De ahí que el valor económico de estas producciones (cerca de un tercio de la producción final agraria) sea muy superior a su extensión superficial (3 % de la superficie). De hecho, España es el mayor exportador hortofrutícola de la Unión Europea. Es uno de los sectores en los que mayor peso tiene el regadío, que representa cerca de la mitad de la superficie hortofrutícola, así como el uso de invernaderos (cerca del 4 % de la superficie).

% superficie hortofrutícola
Imagen de elaboración propia

Otros grupos importantes de cultivos que se dan en España son las leguminosas (guisantes, judías, garbanzos...), los cultivos industriales (girasol, algodón, remolacha...) y los cultivos forrajeros (alfalfa...). En total, las leguminosas no llegan al 1 % de la superficie española, mientras los otros dos grupos de cultivos rondan el 2 %.