Pintura
Análisis de una obra
6.5. Simone Martini, La Anunciación
(Analiza la imagen utilizando los contenidos de la pregunta de desarrollo correspondiente.)
Panel central
![]() |
| Imagen de Google Art Project en Wikimedia Commons. Dominio público. |
Análisis de una obra
6.6. Giotto, Capilla de los Scrovegni (Padua), Huida a Egipto
En esta escena se representa el momento en que la Virgen y San José huyen a Egipto con el niño Jesús tras anunciarles un ángel que deben escapar a la matanza de los inocentes que ha ordenado Herodes. El ángel guía el camino de la familia. Al frente de la comitiva, José se vuelve preocupado hacia la Virgen, que avanza a lomos de un asno sujetando al niño. Una joven guía el asno y otros tres jóvenes cierran la comitiva. Se da una gran importancia al paisaje natural, que proporciona una atmósfera agreste además de configurar una composición triangular en cuyo centro están la Virgen y el niño. En la obra son visibles todas las características de la Escuela de Florencia y el Giotto, específicamente las del conjunto de frescos de la Capilla de los Scrovegni.
![]() |
| Imagen de Fabien Moulin en Flickr. Licencia CC |
Análisis de una obra
6.7. Hubert y Jan van Eyck, Políptico del Cordero Místico
El Políptico del Cordero Místico (1426-1432) es un retablo de 12 tablas pintado al óleo. Se conserva en la Catedral de Gante (Bélgica). Lo comenzó Hubert van Eyck y a su muerte lo concluyó su hermano Jan, aunque no es fácil establecer cuánto se debe a cada autor.
Cuando el retablo está cerrado muestra una disposición en tres cuerpos:
- En el centro aparece una anunciación, sobre unos fondos urbanos en perspectiva muy detallados y realistas.
- En la parte inferior aparecen cuatro figuras bajo arcos góticos: en el centro las estatuas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista y a los lados los retratos realistas del matrimonio que ha encargado el políptico (lo que en arte se conoce como los donantes o comitentes).
- En las lunetas superiores aparecen sibilas y profetas.
Cuando el retablo se abre muestra su cara interior, la más importante, que se caracteriza por tonos más vivos. La obra se divide en dos cuerpos. En el cuerpo superior se representa a Cristo en majestad, flanqueado por la Virgen, San Juan Bautista, dos coros de músicos, Adán y Eva.
En las cinco tablas del cuerpo inferior se representa la Adoración del Cordero Místico. La composición se sitúa en un amplio paisaje natural en perspectiva, en cuyo fondo se observan ciudades. En el centro aparece el Cordero eucarístico (símbolo de Jesús) sobre un altar rodeado de ángeles. Arriba aparece el Espíritu Santo, que difunde su luz por todo el cuadro. En primer término aparece la fuente de la vida. En torno al cordero, tanto en el panel central como en los laterales, se disponen grupos ordenados de fieles que lo adoran: paganos y judíos, representantes de la Iglesia, mártires, caballeros cristianos... Podemos destacar en esta escena las siguientes características:
- El autor ha sabido integrar a los personajes y al paisaje en un mismo espacio en perspectiva, lo que da profundidad espacial a la escena.
- Una misma luz baña toda la escena, contribuyendo a integrar todos los elementos incluidos en ella.
- Las figuras y los elementos del paisaje están tratados con gran realismo y minuciosidad en los detalles.
- La composición es muy ordenada y simétrica, enlazando con la tradición medieval.
- También enlaza con la tradición medieval el marcado simbolismo de toda la escena.
Vista del políptico cerrado
![]() |
|
Imagen de Paul M.R. Maeyaert en Wikimedia Commons. Dominio público |
Vista del políptico abierto
![]() |
| Imagen de Web Gallery of Art en Wikimedia Commons. Dominio público Puedes verlo con mucho más detalle en Google Arts & Culture |
Panel central de la Adoración del Cordero Místico
![]() |
| Imagen de Web Gallery of Art en Wikimedia Commons (Detalle). Dominio público Puedes verlo con mucho más detalle en Google Arts & Culture |
Análisis de una obra
6.8. Jan van Eyck, El matrimonio Arnolfini
Se trata de un óleo sobre tabla que Jan van Eyck pintó en 1434. Actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres.
La escena representa el interior de una acomodada casa burguesa. A la izquierda una ventana deja entrar la luz de un día de comienzos del verano, como sabemos por las cerezas que cuelgan de un cerezo en el exterior. En el centro de la estancia aparece una pareja de ricos burgueses. El hombre sujeta con su mano izquierda la mano de su mujer mientras que eleva su mano derecha, tal vez como un gesto de juramento o tal vez simplemente saludando. La mujer mira a su marido y se recoge sobre el vientre los amplios pliegues de su vestido, un gesto elegante en la época. Sus vestiduras muestran que pertenecen a la alta burguesía, aunque resulten muy pesadas para la estación. Él viste de oscuro, con un sombrero negro y un tabardo púrpura ribeteado de piel. Ella viste con colores vivos, destacando su vestido verde, también ribeteado en piel. Un velo blanco cubre su cabeza. Él va descalzo y ella seguramente también. En su actitud se muestran muy ceremoniosos, casi hieráticos.
![]() |
| Imagen de la National Gallery. Licencia CC ¡No te pierdas la obra ampliada a todo detalle en el enlace de arriba! |
En el suelo vemos un perrito, dos pares de zapatillas y una alfombra oriental. Del techo cuelga una lujosa lámpara de latón, en la que solo hay una vela encendida y los restos de cera de otra. A la derecha encontramos una cama con dosel. Eso podría hacer pensar que estamos en un dormitorio, pero probablemente se trate de un salón para las visitas, ya que era costumbre en las casas acomodadas flamencas que hubiera en él una cama para sentarse o para que las mujeres que acababan de dar a luz recibieran tumbadas a los visitantes. Bajo la ventana hay un mueble. Sobre él y junto a la ventana hay varias naranjas. Al fondo encontramos un banco. A la derecha hay una silla de la que solo vemos el respaldo. Junto a él cuelga una escobilla. Más a la izquierda cuelga un rosario de cuentas de vidrio. Entre la escobilla y el rosario, ocupando el centro de la escena, hay un espejo convexo decorado con diez medallones con imágenes de la Pasión. En el espejo se refleja la habitación, los esposos y la entrada a la estancia, por la que aparecen dos visitantes, uno de azul y otro de rojo, a los que la pareja estaría mirando. El personaje de rojo suele identificarse con el propio pintor, ya que sobre el espejo hay una inscripción en latín: Jan van Eyck estuvo aquí. 1434.
La interpretación de este cuadro es muy discutida. El esposo se identifica con Giovanni Arnolfini, miembro de una rica familia de comerciantes italianos que se instalaron en Brujas (Bélgica). Pero no está del todo claro con qué miembro de esa familia debemos identificarlo. Los objetos representados tienen como denominador común simbolizar el poder económico de esta familia y el bienestar del hogar. Pero se discute mucho en qué medida expresan sencillamente esa posición social y en qué medida están cargados de un simbolismo más profundo, relacionado con el matrimonio y la maternidad.
Ese debate depende de las distintas interpretaciones. Una tesis tradicional consideraba que la escena era el testimonio de un matrimonio celebrado en privado o de un compromiso de matrimonio, acto del que el propio van Eyck y el personaje de azul habrían sido testigos. Otras interpretaciones lo consideran como una concesión a la esposa de poderes legales para tratar negocios, como un homenaje a una esposa muerta durante el parto o como un simple retrato de la pareja, de la que van Eyck sería amigo.
Desde el punto de vista artístico destacan varios elementos en esta obra:
- Sobresale el realismo y el extremo detallismo en la representación de los ropajes, el mobiliario, los objetos, el perro y los esposos. No obstante, algunos elementos muestran el peso de la tradición medieval. En primer lugar, la anatomía de los personajes se aleja algo del natural al seguir las convenciones góticas de belleza. En segundo lugar, la presencia de los objetos se justifica a veces más por su valor simbólico que por su verosimilitud narrativa (por ejemplo, en el caso las naranjas).
- El autor usa hábilmente la luz para dar unidad a toda la escena, como se puede apreciar especialmente en detalles como la ventana, la lámpara o el espejo.
- Ese uso de la luz, combinado con la perspectiva, dota de gran profundidad espacial a la escena.
- El cuadro muestra una gran modernidad en el juego ilusionista que crea con el espejo. Si el cuadro fuera una escena real, los dos personajes que solo aparecen en el espejo ocuparían el espacio que en la realidad ocupa el espectador. De esa forma, el cuadro juega con los límites entre el mundo real del espectador y el mundo ficticio de la pintura. Ese juego tendrá una gran fortuna en el arte posterior y pudo influir en Las Meninas de Velázquez.
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0





