4.1. Factores de la diversidad biogeográfica
España se caracteriza por una gran diversidad biogeográfica. Esta depende de varios factores.
El factor más determinante es la diversidad climática, que como ya hemos visto es el resultado de la combinación de una serie de variables, entre las que destacan la mayor o menor exposición al mar, la latitud y la disposición del relieve, que influye por su altitud, su orientación y el contraste entre solanas y umbrías.
Otro factor adicional es la existencia de marcados contrastes litológicos en España. Generalmente, la España arcillosa es la más apta para el desarrollo de todo tipo de vegetación. La España volcánica puede ser apta en los lugares en los que los suelos volcánicos se han disgregado, formando un suelo fértil, pero no en los malpaíses. En cuanto a la España silícea y caliza, existen diferentes especies vegetales que se caracterizan por su mayor adaptación al roquedo calizo (especies calcícolas) o bien por su rechazo (especies calcífugas), y otro tanto ocurre con el roquedo silíceo (especies silicícolas o silicífugas).
A esa diversidad litológica se suma la complejidad de los suelos, es decir las capas superficiales donde las plantas hunden directamente sus raíces, y que son fruto de la combinación entre la roca madre (roquedo), la descomposición de elementos orgánicos (humus) y la meteorización.
Pero por mucho que una especie animal o vegetal pueda estar adaptada en teoría a las características naturales de algún territorio dentro de España, no puede darse en él a no ser que se haya difundido desde el exterior o se haya desarrollado a partir de una especie introducida. Para que se produzca esa introducción de forma natural es precisa una cierta continuidad en los medios naturales por los que una especie puede difundirse geográficamente, aunque dicha continuidad se haya dado en el pasado y hoy se haya interrumpido. El grado de contacto y continuidad biológica entre diversos territorios es analizado como una serie de conjuntos y subconjuntos que reciben, de mayor a menor, el nombre de reinos, regiones, provincias y subprovincias biogeográficas.
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| Esta flor es un Edelweiss, una planta que solo crece en la alta montaña. Aparece en los Alpes y también en los Pirineos, que están bastante alejados. ¿Cómo ha saltado el polen de un sitio a otro? Porque durante las glaciaciones hubo un clima mucho más frío que permitió que estas flores se extendieran de un sitio a otro, quedándose después aisladas. Imagen en Flickr de Zeitblohm (modificada). Licencia CC. |
Todos los elementos citados son factores naturales de la vegetación. Llamamos vegetación potencial, clímax o climácica a la vegetación que se da en un territorio por la acción de los factores naturales, sin la interferencia del ser humano.
Pero la presencia humana es un último factor a tener en cuenta en el desarrollo de las formaciones vegetales. Como consecuencia de esta presencia humana se desarrolla, junto a la vegetación potencial o en lugar de ella, la vegetación secundaria. Llamamos vegetación secundaria a la vegetación que se da en un territorio como resultado de la interferencia humana. Esta interferencia puede consistir en eliminar formaciones vegetales o plantas, en introducir especies o en potenciar involuntariamente el desarrollo de determinadas especies como efecto secundario de su acción sobre otras plantas (por ejemplo, la expansión del matorral a consecuencia de la destrucción de bosques).
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| Modificación propia de mapa de Atlas Nacional de España (IGN) y Equipo AGE en www.ign.es. Reutilización acorde con las condiciones generales de la RISP. |
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