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2. Principales áreas y ejes urbanos

Las actividades que permiten el florecimiento de una ciudad y que la conectan con otras ciudades ejercen una fuerza de atracción sobre el fenómeno urbano que podríamos comparar con la fuerza de gravedad. De esa forma, el proceso de urbanización ha dado lugar al desarrollo de aglomeraciones urbanas en torno a los núcleos urbanos más dinámicos, así como de áreas densamente urbanizadas a lo largo de los ejes de comunicación por los que transitan los flujos interurbanos más activos.

En general, el sistema de ciudades español se caracteriza por la disposición de las áreas más urbanizadas en la periferia y la presencia en el centro de la mayor aglomeración, Madrid, así como de otras áreas urbanas localizadas. El resto del interior está mucho menos urbanizado, especialmente el centro oeste y la Submeseta Sur.

La mayoría de las áreas urbanas españolas se han desarrollado a lo largo de una serie de ejes urbanos. Un eje urbano es un área densamente urbanizada que se desarrolla a lo largo de un eje de comunicaciones, especialmente carreteras, en el cual se dan flujos intensos de personas, servicios y mercancías entre ciudades. De esa forma, la evolución de los ejes urbanos refleja en buena medida la evolución de la economía.

1) La gran aglomeración urbana de Madrid representa un caso excepcional, ya que, al ser la metrópolis dominante en el sistema español y al encontrarse en el centro de toda la red de transportes, no ha crecido siguiendo un eje concreto, sino que es el centro de gravedad de todo el sistema de ciudades español. De esa forma, ha ido creciendo en capas sucesivas, desbordando los límites de la propia provincia. Este crecimiento se ha visto favorecido por la congestión de la propia metrópolis madrileña, que ha llevado a empresas y sobre todo a trabajadores a buscar residencias más asequibles en la periferia provincial y en provincias cercanas.

2) El eje cantábrico se desarrolla desde el País Vasco hasta Asturias. Es una zona muy urbanizada pero en declive, ya que las actividades que impulsaron esta urbanización, especialmente la minería y la industria metalúrgica, entraron en decadencia a partir de los años 80. Es además un eje discontinuo, ya que las redes de carreteras siempre han favorecido más sus relaciones con Madrid que a lo largo de este eje. Por un lado se encuentra el área urbana de Asturias (triángulo Oviedo-Gijón-Avilés), que supera en habitantes a la de Zaragoza. Por otro, encontramos el área formada por el País Vasco y Pamplona. En todos estos casos se trata de áreas urbanas no metropolitanas, ya que no están configuradas en torno a un único núcleo urbano de gran tamaño, sino en torno a varias ciudades de similar tamaño.

3) El eje atlántico gallego ocupa la costa atlántica y se prolonga hacia los grandes núcleos gallegos del interior: Lugo y Orense. La industria pesquera y conservera tiene un gran papel en el dinamismo de este eje. En realidad, el eje atlántico gallego es el extremo septentrional de un eje urbano que penetra en Portugal hasta Oporto.

4) El eje mediterráneo se extiende desde Gerona hasta Murcia a lo largo de la costa, destacando metrópolis como Barcelona o Valencia. Es el eje más extenso y el más dinámico de España, dada la confluencia de un sistema industrial en alza, un sector de servicios diversificado, una importante agricultura intensiva, el peso del sector turístico y una buena red de transportes. Su densidad urbana es ya muy elevada, formando lo más parecido que existe en España a una megalópolis.

Principales ejes urbanos

Elaboración propia a partir de base cartográfica del IGN y Natural Earth, y datos de INE. Urban Audit.
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5) El eje del Ebro conecta Bilbao con Tarragona a lo largo del valle del Ebro. Sirve de conexión entre el eje cantábrico y el mediterráneo. Su núcleo más destacado es Zaragoza. Es un eje en crecimiento, si bien se ve interrumpido por importantes vacíos demográficos.

6) La red urbana andaluza se articula en torno a un doble eje:

  1. El valle del Guadalquivir es un eje urbano antiguo y muy consolidado, que sigue experimentando crecimiento, especialmente en su extremo meridional. Aprovecha las buenas comunicaciones del valle para unir los puertos y núcleos industriales de Cádiz y Huelva con las metrópolis de Sevilla y Córdoba y las vías de conexión hacia Madrid. De esa forma, puede considerarse como el extremo meridional del eje Madrid-Andalucía, eje que, sin embargo, tiene grandes vacíos en Castilla-La Mancha.
  2. El eje litoral andaluz comprende toda la costa desde Huelva hasta Almería. Es un eje muy dinámico, que debe su importancia al turismo, la presencia de algunos grandes núcleos industriales y de servicios, la agricultura intensiva, la conexión con África, la presencia de importantes puertos y su conexión con el eje mediterráneo, del que puede considerarse una extensión. Sus principales centros son la metrópolis de Málaga y la densa área urbana de Cádiz.

Estos dos ejes enlazan por su extremo occidental, pero en el resto están separados por los sistemas béticos, que por su complejidad orográfica dificultan las comunicaciones entre la depresión del Guadalquivir y la costa, favoreciendo las comunicaciones en sentido este-oeste.

7) El eje oeste, o ruta de la plata, conecta Sevilla con Asturias a través de Extremadura y Castilla-León. Es un eje poco articulado y con grandes vacíos en su interior. Sin embargo, está creciendo y tiene cierto potencial, gracias a las recientes mejoras en la infraestructura de comunicaciones, que han revitalizado la vieja ruta romana.